Manizales / Productos Naturales Doctor Rojas

Por: Ángela María Ruiz Osorio*

 

Las emociones determinan la forma en que comemos, lo que también influye en el comportamiento. Ahí hay una relación de doble vía. La gente cree que las emociones son solo de la mente y no. Estas no se pueden planear, son respuestas instintivas.

Si entendemos cómo funciona nuestro cerebro y el cuerpo, aprenderemos a gestionar dichas emociones. Pocos conocen que la forma primitiva de la gestión emocional es la comida. Eso se forma desde el vientre materno y se afianza en la lactancia.

Sucede que con la comida hacemos vínculos emocionales, cuando dependemos de los cuidadores (sean padres, abuelos, profesores, etc). Ellos pueden generar condicionamientos frente a las elecciones alimentarias.

 

Cultural

Tiene que ver que en esta cultura, el sabor dulce es lo que está más relacionado con las celebraciones y con las demostraciones de afecto. Las tortas de cumpleaños, la conquista (en el caso de las parejas), por ejemplo, se hacen con sabores dulces. Y son esos los que están más aceptados por las papilas gustativas.

La conciencia tiene un papel protagónico, que debe llevar a darnos cuenta de que lo que ingerimos influye en la salud y que no se puede quedar solo como calmante emocional. Eso requiere de una educación en inteligencia nutricional.

Somos de las generaciones que estamos más sobrealimentadas, pero también más desnutridas. Los medios de comunicación tienen un exceso de información a nivel de consumo de productos. Hay que distinguir eso: una cosa es comer alimentos y otra cosa es comer productos.

 

Falta educación

Los sellos negros que hoy aparecen en lo que nos venden, no son la solución para educar. En el sistema escolar deberíamos incluir información, en cuanto a habilidades blandas. Eso contempla la información nutricional.

La medicina, desde el punto de vista integrativo, como la que se implementa en los los Parques de la Salud, está trabajando en eso. En la promoción y en la prevención de la salud. No se debe esperar a estar enfermo para realizar cambios.

Desde la psicología de la alimentación promovemos el mindfulness y, dentro de este, el mindful eating, que es comer consciente y comer intuitivo. Eso con una técnica que es la autocompasión. Me trato bien, cuando me siento mal. En lugar de ir compulsivamente a la comida, hay que adquirir habilidades de gestión emocional, como la meditación y la respiración.

 

* Enfermera de la Universidad de Caldas, coach transformacional y líder en psiconutrición del grupo empresarial Doctor Rojas. Egresada del Instituto de la Psicología de la Alimentación de México, con paso por el Instituto Vive Sano de Brasil, especialista en mercadeo de la Universidad Icesi de Cali (Valle del Cauca).

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