La fisura anal es un desgarro longitudinal que aparece en la porción más distal del canal anal. Su localización más frecuente es la línea media posterior (90-98%), otra localización menos habitual es la línea media anterior (12% de las que aparecen en mujeres y un 7% en varones). Tiene una incidencia igual en ambos sexos y es más frecuente en la edad media de la vida. La presencia de fisuras múltiples o en lugares distintos a los mencionados nos obliga a descartar algunas enfermedades graves. El tratamiento es sintomático. Hay que tener en cuenta que un 50% o más se curan espontáneamente.

Causas

La mayoría son de origen desconocido. Se apunta como explicación más probable un traumatismo agudo del canal anal durante la defecación (heces duras de gran tamaño) y raramente por la expulsión explosiva de heces líquidas. El hecho de que la pared posterior, tanto del espacio subendotelial como del esfínter estén menos vascularizados los hace más vulnerables a la localización de las fisuras. El paso a la cronicidad se debe tanto a la hipertonía (aumento de tono del esfínter anal) del esfínter como a la isquemia.

Enfermedad de Crohn (enfermedad inflamatoria crónica del intestino, de origen desconocido).

1. Tuberculosis.
2. Sífilis
3. Síndrome de inmunodeficiencia (sida, cáncer).

La clasificación está más en función del aspecto que del tiempo de evolución (aunque algunos autores consideran que después de 8-12 semanas de evolución las fisuras se deben considerar cronificadas).

Clasificación

Agudas. Se caracterizan por ser un desgarro superficial de bordes limpios.

Crónicas. Se caracterizan por ser un desgarro profundo con una úlcera de bordes indurados en cuyo lecho pueden apreciarse las fibras del esfínter anal interno y generalmente acompañada de un pliegue cutáneo indurado en el extremo distal (hemorroide centinela) y una papila hipertrófica en el borde proximal (pólipo de Lane).

Signos y Síntomas

  • Estreñimiento.
  • Dolor anal al defecar.
  • Hilos de sangre rojo rutilante sobre las heces, o el papel higiénico.

Diagnóstico

Se basa en el interrogatorio y en la exploración física. Es importante conocer las características del dolor, el momento en que aparece y los factores desencadenantes, así como el tipo de sangrado y su relación con la evacuación.

La exploración física se basa en la exploración del ano, que muestra una lesión ulcerosa entre los pliegues del anillo del esfínter anal.

El tacto rectal está contraindicado por riesgo de síncope vaso-vagal (desmayo) e incluso parada cardiaca; si se pudiese hacer demostraría una hipertonía del esfínter. La anuscopia y rectoscopia solo son necesarias cuando se sospeche una fisura secundaria.

Tratamiento

Hay que tener en cuenta que un 50% o más curan espontáneamente. En las fisuras agudas de pocos días de evolución, se aplica en un principio tratamiento conservador que va dirigido a aumentar y reblandecer el bolo fecal (fibra dietética, Plantago ovata y/o Lactulosa, dieta exenta de alcohol, café, picantes, mariscos, chocolates…) y disminuir el espasmo y la irritación del esfínter anal. Para esto pueden usarse baños de asiento con agua tibia o caliente tras la defecación, lavados con jabones neutros, secado por presión sin papel higiénico y pomadas con anestésicos locales.

Dieta

Se aconseja el consumo diario de zumo de limón diluido. Es necesario combatir el estreñimiento con legumbres, frutas y verduras.

Terapia Orto-molecular

Se recomiendan dosis continuadas de propóleos, por vía oral y aplicación tópica, que se refuerza con cobre. También se indican el selenio, el cobalto, las vitaminas C y E y los ácidos grasos poli-insaturados por ejercer efectos anti-inflamatorios y cicatrizantes.

Oligoterapia

La combinación cobre-oro-plata se recomienda en infecciones e inflamaciones agudas.

Aromaterapia

Se recomienda los aceites esenciales de lavanda, geranio, tomillo, y benjuí se aplican diluidos en un aceite base, como el de oliva.

Fitoterapia

Baños de asiento con Llantén y caléndula. Aplicación tópica de cristal de penca de sábila, alcachofa, cáscara sagrada. Tratamiento Clásico

Supositorios analgésicos y anti-inflamatorios. Tratamiento quirúrgico.

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